LA CASA DEL ESPANTO/A CASA DO ESPANTO (traducción al portugues Vanesa A.)


_Entrá,dale,te toca!
_Cuando yo perdí no me quejé y eso que tuve que contar despacio hasta treinta.Si vas a ser tan miedosa no juegues mas.
_Si,es verdad,"cuando te toca,te toca".
Entonces lo hice,practicamente me obligaron;el que se negaba corría el riesgo de que no lo dejaran participar de ningún juego el resto de la semana,y pasarse los días mirando,sobre todo escuchando,como los demás se reían,era el peor castigo.
La cosa era simple,cualquier competencia arrojaba un perdedor,que tendría que cumplir una prenda,siempre la misma,ocurrencia de un grupo de criaturas crueles;se sabe claro,que no existe nadie más cruel que un niño,y si a esto le sumamos la soledad de la siesta,el resultado es previsible,el pobre infeliz que pasaba al otro lado no dormiría esa noche seguro.
Cruzando el patio estaba la casa de mi tía,de dos ambientes,chica,silenciosa,en penumbras;en el comedor una vitrina,llena de muñecas de porcelana.Había que pararse de frente,no valía cerrar los ojos,contabas,de acuerdo a la decisión del jurado,hasta diez,veinte o treinta.No podías evitar recorrer con la vista las caras de todas,atento a que ninguna se moviera y te saltara encima,ellas mantenían esa sonrisa tiesa,el gesto de quien se sabe dueño de tus pesadillas.
La respiración jadeante,las piernas temblorosas,los ojos que quieren pestañear,pero ni se te ocurra,en un pestañeo alguna podría comenzar a morderte.Contaba la leyenda que una tarde de verano las malignas habían mordisqueado casi hasta la muerte a uno de mis primos,era uno que no conocíamos porque después del incidente se mudó muy lejos.Quién podía culparlo?
Diecisiete,dieciocho,diecinueve,caminé despacio,sin dejar de miraralas,la puerta detrás mio,así de espalda me costó encontrar el picaporte,tuve que girar,salir lo más rápido posible,llegué a sentir como una me tironeaba de la botamanga en el preciso momento que mi hermano entraba a rescatarme;con la puerta abierta ya no tenían poder sobre nosotros.
Pasaron más de veinte años,mi tía ya no está,la casa si,hoy como un cuarto de cachivaches,y yo acá parada,frente a la vitrina vacía,contando hasta treinta,tratando de abrir la puerta,cuando siento una mordida en el tobillo y pienso...por dios que sea una rata.

********************************************************


- Entre,vamos lá!
-Quando eu perdi nao me queixei embora tive que contar até trinta devagar.Se voce vai ser tao medrosa nao brincamos mais.
-Sim é verdade"quando é seu turno é".
Entao eu fiz,praticamente obrigaram-me;o que negava se corria o risco de que nao deixassem brincar a semana toda e só olhar aos outros,como eles riam,era o pior castigo.
A coisa era simples,qualquer competencia encontrava um perdedor,que teria que fazer uma prenda,sempre a mesma,idéia duma turma ruim de criancas;se sabe que nao existe ninguém mais cruel que um menino e se lhe sumamos mais uma coisa como a solidao da soneca,o resultado é previssível;o coitado infeliz que passava ao outro lado,com certeza nao durmiria essa noite.
Atravessando o pátio estava a casa da minha tia,de dois ambientes,pequena;silenciosa,em penumbras;na sala de jantar uma cristaleira,cheia de bonecas de porcelana.Havia que ficar parado de frente nao valia fechar os olhos,contava,o que o júri decidia,até dez,vinte ou trinta.
Nao podia evitar recorrer com o olhar dos rostos de todas,tomando cuidado de que ninguém se mexera e lhe pulara por cima;elas mantinham esse sorriso teso;o gesto de quem se sabe dono dos pesadelos.
A respiracao arquejante;as pernas tremeantes;os olhos que querem pestanhear,mas nem se lhe ocorra,num pestanheo alguma poderia comecar a morder lhe.Contava a lenda que uma tarde de verao as malignas haviam mordiscado quase até a morte a um do meus primos,era um que nao conheciamos porque depóis do acidente se mudou muito longe.Quem poderia culpá-lo?
Dezessete,dezoito,dezenove,caminhei devagar,sem deixar de olhar,a porta por detrás de mim,assim de costas foi difícil encontrar o trinco,tive que virar,sair o mais rápido possível,cheguei a sentir como uma me jogava da calca no momento que meu irmao entrava a me resgatar;com a porta aberta já nao tinham poder sobre nós.
Passaram mais de vinte anos,minha tia já nao está,a casa sim,hoje como um quarto de bobagens,e eu cá parada,de frente da cristaleira vazia,contando até trinta,tentando de abrir a porta,quando sinto uma mordida no tornozelo e penso...por deus que seja um rato!

Comentarios

  1. me gusta este , me recuerda la casa de mi abuela, y me recuerda a ti.

    ResponderEliminar
  2. ME RERE GUSTA ESTA MUY BUENO Y ME DA UN POCO DE MIEDO JAJA NOS VEMOS "ROMY" BESITOS KAREN ABRAMOVICH

    ResponderEliminar

Publicar un comentario