
Los trozos más
chicos los puso arriba de la mesa, los pedazos más grandes los amontonó
sobre la alfombra; luego se ocuparía de ellos. Se sentó encima de la mesa con
las piernas abiertas, las fotos desechas frente a él, una por una acomodó las
piezas del rompecabezas que él mismo había creado, cuando alguna de las partes
no encajaban en el diagrama, ni muchos menos en su memoria, con la mano
apretada en un puño, golpeaba sus muslos hasta que encontraba aquella pieza que
le daba forma a sus recuerdos.
Claro, así es,
se decía.
¿Cómo había
olvidado tan pronto las imágenes que atesoraba en un cajón? Las que pasaron de
cuadros en la pared a la tristeza y oscuridad de un mueble. Las fotos de esos
días felices.
¡Mentirosa!
gritó y giró el cuerpo hacia un costado, volteó la cabeza violentamente para ver
los pedazos que había dejado sobre la alfombra. Mentirosa, repitió.
No estaba
seguro de cuánto tiempo llevaba en esa posición, ahí sobre la mesa, en la tarea
de armado, pero, al observar la poca luz que entraba por la ventana, advirtió
que la labor de rehacer el pasado en imágenes le había llevado muchas horas.
Las fotos ya
estaban listas.
Eras muy linda
de verdad y lo volverás a ser no te preocupes.
Bajó de la mesa
y fue directo a la cocina, esquivando el charco que todavía estaba en el piso,
limpiar no era su prioridad. Se preparó una ensalada con lo poco que encontró
en la heladera, comió despacio.
Ahora lo importante, dijo mientras se arrodillaba a un costado de la alfombra.
Ya vas a ver lo
bonita que te dejo. Linda de verdad, no como ayer cuando viniste con esa cara
de enojada. Igualita a las fotos vas a quedar, decía mientras acomodaba algunas
partes.
La cabeza por
acá. Ey, no estés tan seria, la boca con una linda sonrisa…
*************************************************************
Os trocos mais pequenos os
pus em cima da mesa, os pedacos mais grandes os juntou sobre o tapete; depois
tomará conta deles. Se sentou cima da mesa com as pernas abertas, as fotos
machucadas na frente dele, uma por uma lhes deu um jeito as pecas do quebra cabeca
que ele mesmo havia criado, quando alguma das partes nao tinham jeito no
diagrama, nem muito menos na sua mente, com a mao apertada, batia suas coxas
até que encontraba aquela peca que lhe dava forma a suas lembrancas.
Claro, assim é, dizia.
Como havia esquecido tao
logo as imagens que guardava com tanto carinho numa gaveta? As que passaram de
quadros na parede a tristeza e escuridade de um móvel. As fotos desses dias
felices.
Mentirosa!, berrou e virou
o corpo até um lado, virou a cabeca violentamente pra ver os pedacos que havia
deixado sobre o tapete. Mentirosa, repitiu.
Nao estava certo de quanto
tempo levava nessa posicao, ai sobre a mesa, na tarefa da armacao, mas ao olhar
a pouca luz que entrava pela janela viu que a lavor de refazer o passado
em imagens havia lhe levado muitas horas.
As fotos já estavam
prontas.
Na realidade voce era muito
bonita e voltara faze-lo nao se preocupe.
Desceu da mesa e foi direto
a cozinha, esquivando o charco que ainda estava no chao, limpar nao era sua prioridade.
Se fez uma salada com o pouco que encontrou na geladeira, comeu devagar.
O importante agora, disse enquanto ajoelhava-se do lado do tapete. Vai ver o linda que deixo voce. Linda de verdade, nao como ontem quando veio com essa cara de zangada, igualzinha as fotos voce vai ficar, dizia enquanto ajeitava algumas partes. A cabeça por aqui. Ey , nao esteja tao seria, a boca com um lindo sorriso…
Comentarios
Publicar un comentario